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martes, 4 de junio de 2019

Recorrido poético: mi paso por el Ceip San Matías

¡Pero cómo pasa el tiempo!

...¡Qué barbaridad!...
Si parece que fue ayer,
aún lo puedo recordar.
Seguro que usted también
-si estuvo en este lugar-

Fueron duros esos años...
Años de lucha y afán
por conseguir cada día
mejorar un poco más.

Llegabas a San Matías
y mirabas hacia atrás
asombrada tú decias.
-¡me equivoqué de lugar-

Todo estaba por hacer,
notabas necesidad;
las ganas de aquella gente
de formar comunidad.

En el aire respirabas
ansias de libertad,
todo se revindicaba,
nada te daban sin más.

Un moderno edificio,
un colegio a estrenar
que con tantos sacrificios
al fin pudieron lograr.

Poco a poco iban llegando
maestras y maestros nuevos
que se iban intergrando
al grupo de los "pioneros".

De "los salones" -decían,
y nos contaban historias,
y a todos nos parecía
merecida la victoria.

Un barrio a medio de hacer,
con gente tan luchadora
que a sus hijos querían ver
formados como personas.

Esa fue la principal
y más grande motivación
que unió a todo el personal
rapidamente en acción.

Se colocó el mobiliario,
se inscribieron los alumnos.
Con reuniones a diario
removimos nuestro mundo.

Llegamos a tener fama
de ser el centro más bruto,
no nos trajimos la cama
porque se notaba mucho.

No fue fácil,...¡ya lo creo!
pero con lucha y tesón
le dimos a esto un meneo
buscando la solución.

Ahora sin darnos cuenta,
nos volvemos hacia atrás:
¡hemos subido la cuesta!
..pero hay que continua

Y les damos el relevo
unos que nos vamos ya
a otros que vendrán nuevos
y que tendrán que luchar.

Podrán conseguir la meta
de una nueva sociedad,
que se quiere y se respeta
con justicia y libertad.


Mari Carmen Martín

martes, 31 de julio de 2012

RENACIENDO DE LAS CENIZAS

Aquí estamos de nuevo, decidida a no sucumbir ante las adversidades de la vida, renaciendo como Ave Fénix de los rescoldos de una auténtica hecatombe. Que no se diga que hemos arrojado la toalla. Levamos anclas, arriamos velas y todo avantti. ¡A navegar, amigos, amigas, a navegar!
Hoy me he cruzado en el ciberespacio con alguien desconocido que defendía ideales que un día yo defendiera desde mi puesto de trabajo, justo en el mismo barrio: San Matías de Taco.
Mantuvimos una larga conversación sobre la dinámica social del barrio a través del tiempo y creo que ese ha sido el detonante que ha hecho disparar en mi el deseo de continuar contando cosas sobre el C.E.I.P. San Matías, mi segundo hogar durante 25 años.
                                                 (continuará)

                                 Mari Carmen Martín Mendoza

                                      1 de agosto de 2012

viernes, 1 de julio de 2011

¡CUANTO TIEMPO!!

Se debería acusar y condenar a los propietarios de blogs abandonados ¿A que sí?
No, no hay derecho a que se traiga un blog al mundo y luego se le abandone a su suerte. Es una crueldad, porque el pobre blog carece de autonomía.
Espero que algún día los blogs abandonados por esos ciberespacios, tomen la inicativa y se autogestionen, dándoles así un buen susto a sus despreocupados dueños-as y apareciendoles espontaneamente ante sus narices, en la pantalla de su computadora pidiéndole cuentas de por qué le ha condenado a soledades perpétuas_ como dijo el poeta.

sábado, 16 de octubre de 2010

MAESTRO ÁNGEL: ¡BUEN VIAJE, AMIGO!

Has hecho gala de discreción. Te has ido silencioso, abandonando la casa por la puerta trasera, casi de puntillas para que nadie sintiera tu marcha.
Pero yo sí te he SENTIDO, porque además fue lo último que me dijiste:

¡CUANDO ME VAYA QUIERO SENTIRTE!

¿Me sientes, Ángel? .... ¿Sientes cómo me pesa tu amistad en estos momentos?... ¿Sientes la opresión que yo siento en mi garganta que me impide respirar?

Yo sé que sí, que lo sientes, y sabes que somos mucha gente la que hoy miramos atónitos a nuestro alrededor preguntándonos...¿POR QUÉ?.... y definitivamente la respuesta es obvia: RESPETO.
Amigo Ángel: Gracias por tanto Amor y Amistad que has derramado a lo largo de toda tu vida terrena, que en definitiva es lo que cuenta para los que tenemos Fe y sabemos que es el mejor equipaje que nos llevamos a la Vida Eterna. Tu recuerdo de amigo educado, gentil, caballeroso, alegre, animoso y cercano, quedará impreso en mi memoria, hasta que nos volvamos a encontrar en otra dimensión, y aunque ya no sea ante un café como me habías prometido, seguro que será hasta incluso más placentero nuestro encuentro.
Cuando me recupere del impacto emocional que me ha producido tu marcha, me pondré en contacto con tu "mandarinita" que tendremos mucho de qué hablar y nos consolaremos mutuamente del pesar que nos has dejado con tu ausencia. (Me parece ver tu sonrisa burlona porque seguro que no habrá tal ausencia...¡estarás siempre, sin duda!)

¡CUANDO ME VAYA QUIERO SENTIRTE!

ASÍ SERÁ, ÁNGEL LÓPEZ, AMIGO, MAESTRO, COMPAÑERO BLOGUERO...
....¡DESCANSA EN PAZ!...

martes, 12 de octubre de 2010

NANCY: MAESTRA DE MAESTRAS


Nancy fue una maestra que llegó al Colegio de San Matías un par de años después que yo. Era maestra de Educación Infantil (Preescolar se decía entonces) y desde que llegó se vio en ella una gran vocación por su trabajo. Contagiaba su entusiasmo y por aquel entonces estaban en boga las teorías pedagógicas de Freinet. Y fue en las famosas "Escuelas de Verano" o cursillos para los maestros y maestras de toda Canarias, que se celebraban cada verano alternativamente en Las Palmas y en La Laguna, donde Nancy nos arrastró a un buen grupo de maestras del colegio y comenzamos a aprender a dar clases con otra visión diferente a la que dictaba el sistema, es decir, a la enseñanza tradicional.
A partir de entonces ya formamos parte del Colectivo Freinet que desarrollaba técnicas de trabajo diferentes y que nos obligaba a ser maestras activas, dejando ya atrás la imagen de la "señorita de sillón y regleta" Y ahí comenzamos a cambiar las costumbres en el aula, tanto que llegabas y no veías a la maestra porque andaba en vaqueros y camiseta, descalza, tirada por el suelo con un grupo de alumnos y alumnas que investigaban, a lo mejor, la forma de caminar o de alimentarse de una lagartija, que un alumno "ruina" había traído del barranco.
La verdad que fue una verdadera revolución y desde luego que se nos criticó a base de bien, pero tiramos adelante con la fuerza que daba la juventud, la rebeldía reprimida por tantos años y las ganitas de cambio que todos teníamos.
Todo este proceso de cambio y de aprendizaje de técnicas nuevas, suponía mucho esfuerzo y trabajo, muchas reuniones teóricas y prácticas, muchos cursillos fuera de horario remunerado, en fin, mucho sacrificio personal y familiar, pues acabábamos involucrando a la familia en la escuela.
Recuerdo que los primeros paneles de corcho que se instalaron en las aulas para la exposición de los trabajos de los alumnos, los pusieron nuestros maridos, ya que el mío trabajaba por entonces en una empresa del barrio, de materiales de construcción y ferretería y nos consiguió gratis el corcho y las varillas para el marco, que luego junto con los demás maridos amañados nos hicieron una obra muy bonita.
Bueno, ¿y a cuenta de qué venía todo esto?....

¡Ah sí, que me había ya olvidado de Nancy, pobrecita!
Pues sí, que en cierto modo ella fue la que nos empujó un poco al cambio, pues venía de una escuelita rural en La Corujera, Santa Úrsula, Norte de Tenerife y allí fue donde ella inició su trabajo con el Colectivo Freinet.
Con Nancy aprendimos muchas maestras que entonces éramos más jóvenes que ella. Yo estaba dando clases a grupos de 2º ciclo de EGB y tuve la osadía de pasar de un 5º curso con alumnos de 11 años, a Preescolar de 5 años, que era el curso que daba ella, para aprender el método de lecto-escritura natural o global, y desde luego que fue una experiencia inolvidable y enriquecedora para mi, que permanecí dos años dando Preescolar.
Si Nancy era modelo de maestra activa, no lo fue menos como compañera solidaria y buena persona, pues en ella vimos actitudes muy poco habituales en una maestra, como era el verle llevar ropa y alimentos para las familias de sus alumnos que pasaban estrecheces económicas. Se involucraba tanto en la vida del barrio que a veces salíamos de la escuela ya de noche.
Y como siempre suele ocurrir, nada de esto le valió luego para ser juzgada tan injustamente cuando tuvo la desgracia de ser la maestra a la que le ocurrió lo peor que le puede ocurrir a nadie: perder a una alumna en un desgraciado accidente en un Parque Temático del Sur mientras realizaba una visita escolar con su clase.
Eso acabó con ella, ya que poco después enfermó gravemente y al poco tiempo murió.
Pero Nancy, para todos los que la conocimos, dejó una marca que jamás se borrará: su entrega total y absoluta a sus semejantes necesitados, a sus alumnos y alumnas y sus familias, que eran su propia familia. Y yo se que donde se encuentre ahora estará satisfecha de que sea así y Dios ya le habrá premiado por su vida solidaria. ¡Te queremos, Nancy!
Y como no puedo sustraerme a la tentación de terminar con una de mis tonterías rimadas, aquí les dejo una que le escribí a mi amiga y compañera Nancy cuando nos dejó:


ADIOS NANCY

No puede estar triste mi alma

porque se ha ido mi amiga,

pues terminó para ella

el dolor y la fatiga.

Yo sé que hay otra vida,

quiero creer que es así,

y que Nancy, nuestra amiga,

nos sonrie desde allí.

Aquí estamos tus amigos,

como a tí tanto te gustaba

vernos a todos unidos

es lo que te ilusionaba.

Y ahora ha llegado el momento

de decirnos hasta luego,

llenas nuestros sentimientos

¡nunca te olvidaremos!

Siempre estarás con nosotros.

No es una despedida,

pues no puede despedirse

quien nos deja aquí su vida.


Tus amigos, tu familia.

martes, 27 de julio de 2010

JUAN "EL MAESTRO" : UN ADIOS INESPERADO


Cuando llegué a San Matías estaba de director del Centro, Juan Díaz de la Cruz, "don Juan el maestro" Así le llamaban todos en el barrio porque además él vivía también en San Matías y era para todos ....el maestro por excelencia.
Tenía una forma muy peculiar de desarrollar su labor didáctica y todos observábamos en él una actitud condescendiente con su alumnado y poco académica. Sus clases eran innovadoras, divertidas para sus alumnos/as y extrañas para sus compañeros/as, que a pesar de que todos le criticábamos, al final ...todos terminábamos imitándole de alguna manera.
Eran famosos los cuadernillos hechos por él mismo con chistes y cuentecitos del "flaco" para enseñar a los pibes la suma, la resta,...etc. Ya desde los cursos más bajos empezaba él a salirse del currículo y se dedicaba a llevar a los chicos a investigar por sí mismos, con su cuaderno de campo y su guía didáctica de fabricación casera y personalizada para cada alumno, creando en ellos y en ellas hábitos de realización personal en cuanto a criterio propio y autonomía. Claro, luego leer sistemáticamente para tomar velocidad lectora, no había tiempo, dictados para corregir la ortografía, tampoco. Y cuando los chicos pasaban de curso con otro u otra,...._¡¡horrorrr, son los de Juan, el maestro!! _ exclamaba el desafortunado/a, pues había que enmendar y suplir. En fin, que ante este desaguisado ... todo mundo decía: ¡¡cosas de Juan!!
Luego a la larga se veía que eran los que más comprendían conceptos, los que trabajan solos, los más concienciados en contenidos canarios, los que mejor trabajaban en el huerto escolar, etc. pero... los de peor ortografía, cosa nada extraña en los tiempos que corren de mensajes sms y escritura apresurada.
Pasó el tiempo, llegaron nuevas disposiciones legislativas y Juan se fue _sorpresivamente _ a la Secundaria (ESO).
Aquel no era su sitio. Mucho más tarde lo reconocería él mismo, cuando abandonó la enseñanza por tareas sindicales. Y en el sindicato se jubiló de una manera callada sin despedidas, ni discursos, ni lagrimitas ni ná de ná. Así era Juan... y digo "era" porque hace poco tiempo se fue definitivamente. Una enfermedad traicionera y cruel, le dio el pasaporte a la Eternidad. No quiso visitas de nadie que no fuera su familia y para el último momento...como siempre de sorpresa, nos dejó su despedida por escrito....¡cosas de Juan!
Amigo, por todas las cosas compartidas a lo largo de tantos años, por los desencuentros e incompatibilidades, que también cuentan, por lo que hemos aprendido de ti, ...¡GRACIAS, Y DESCANSA EN PAZ, MAESTRO!!

viernes, 23 de julio de 2010

SER MAESTRA (IV)

SER MAESTRA... en un barrio que comienza a formarse, que carece de todo, que todo está por hacer y que nadie te da nada si no es a fuerza de pedir, pedir y pedir hasta sangrarte las manos y la garganta, no era nada placentero. Así ocurrió en mi barrio, en San Matías.
Cuando yo llegué a dar clases allí, fui primero una tarde, al ponerse el sol. Me acompañó mi esposo. A pesar de que yo había vivido de joven siempre cerca de aquel lugar, no lo conocía mucho porque era intransitable y peligroso y nunca nos atrevíamos a adentrarnos en él. Eso fue ya en el año 80 del siglo pasado, y el barrio comenzó a formarse a finales de los 60. Y todavía estaban las callles sin empichar, no había alumbrado público ni en las viviendas, ni agua corriente en las casas, ni llegaba allí servicio de guaguas, etc. Era un barrio marginal abandonado de la mano de Dios. Sus habitantes habían emigrado de otras islas y de zonas del sur de Tenerife empujados por la necesidad, la falta de estudios y de preparación profesional. Eran gente humilde, solidaria, con muchos deseos de que sus hijos tuvieran una vida mejor. Fueron llegando como los pioneros del Oeste, donde les parecía compraban el terreno y quedaban montando bloques. (Había una fábrica de bloques cerca "la bloquera de los americanos")
A los pocos días, ya estaban las paredes en pie y se reunian en grupos para echar el techo, y así cada día se veía desde lejos avanzar el barrio, que por supuesto, no le ponían nada más: ni pisos ni revestimiento y a veces ni puertas ni ventanas, sino tela metálica o plásticos. Al principio, los niños y niñas se llevaban a clase a los Grupos Escolares San Luis Gonzaga de Taco, donde también fuimos mis hermanas y yo cuando llegamos de La Gomera, desde otro barrio más alejado.
Luego la población infantil aumentó tantísimo que ya no cabían y tuvieron que luchar a brazo partido con el gobierno de entonces para conseguir un colegio público ....y lo consiguieron.
Los primeros días de clase, las maestras que llegábamos teníamos que ayudar al personal laboral y a los vecinos a instalar el mobiliario. Por eso, al cumplir el colegio los 25 años, yo escribí....

Fueron duros esos años...

Años de lucha y afán

por conseguir cada día

mejorar un poco más.

Llegabas a San Matías

y mirabas hacia atrás

asombrada tú decias.

-¡me equivoqué de lugar-

Todo estaba por hacer,

notabas necesidad;

las ganas de aquella gente

de formar comunidad.

En el aire respirabas

ansias de libertad,

todo se revindicaba,

nada te daban sin más.

Un moderno edificio,

un colegio a estrenar

que con tantos sacrificios

al fin pudieron lograr.

Poco a poco iban llegando

maestras y maestros nuevos

que se iban intergrando

al grupo de los "pioneros".

De "los salones" -decían,

y nos contaban historias,

y a todos nos parecía

merecida la victoria.

Un barrio a medio de hacer,

con gente tan luchadora

que a sus hijos querían ver

formados como personas.

Esa fue la principal

y más grande motivación

que unió a todo el personal

rapidamente en acción.

Se colocó el mobiliario,

se inscribieron los alumnos.

Con reuniones a diario

removimos nuestro mundo.

Llegamos a tener fama

de ser el centro más bruto,

no nos trajimos la cama

porque se notaba mucho.

No fue fácil,...¡ya lo creo!

pero con lucha y tesón

le dimos a esto un meneo

buscando la solución.

Ahora sin darnos cuenta,

nos volvemos hacia atrás:

¡hemos subido la cuesta!

..pero hay que continuar.

Y les damos el relevo

unos que nos vamos ya

a otros que vendrán nuevos

y que tendrán que luchar.

Podrán conseguir la meta

de una nueva sociedad,

que se quiere y se respeta

con justicia y libertad.


M. C. M.

Vecinos reclamando ante el gobierno civil el
derecho de un barrio digno para sus hijos.